sábado, 29 de marzo de 2014

Decoupage sobre varillaje de abanico 3.

Abanicos pintados a mano.

Decoupage sobre varillaje de abanico 3.


Este es el tercer experimento de decoupage sobre varillaje de abanico. En este caso utilicé una servilleta. Tengo que reconocer que el resultado ha sido más de mi agrado que en los dos casos anteriores, ya noto que voy controlando la técnica, aunque todavía me falta.
Apliqué la servilleta sobre un abanico de baraja. En un abanico de baraja no hay tela (país), sólo madera. Las varillas van unidas mediante una cinta o un hilo.

A la hora de elegir un abanico hay que tener en cuenta dos cosas:
1.- Cuanto mayor sea el país del abanico, (la cantidad de tela), más aire moverá, pero...abrirá y cerrará peor.
2.- Cuanto mayor sea la baraja del abanico, (la cantidad de madera), mejor abrirá y cerrará (porque pesa más), pero...moverá menos aire.

Para hacer este trabajo desmonté el abanico entero como ya expliqué en una entrada anterior
En este abanico las varillas presentan motivos troquelados que son los que me han dado algún que otro problemilla, sobre todo por el poco espacio existente para trabajar con cutter y con lima.
La cinta es distinta de la original, y me llevé la grata sorpresa de que no es nada dificil colocarla. Un buen pegamento y un poco de observación y listo.

Abanico "Noche".
abanicos pintados a mano


miércoles, 26 de marzo de 2014

Abanico "Bambú".

Abanicos Pintados a Mano.

 

Abanico "Bambú".

 

Este es el último abanico que he pintado. He seguido experimentando técnicas sobre madera. Esta vez pinté el varillaje de color verde y después extendí una pátina que, al ser retirada, dió lugar al efecto decapado.

abanicos pintados a mano


A ambos lados de la tela pinté unas hojas de bambú. Decidí llenar el espacio entre ellas con un kanji. Al principio pensé en hacerlo con el siguiente (kanji de bambú):
(kanji: ideogramas utilizados en la escritura japonesa).

abanicos pintados a mano


Sin embargo no me convencía, así que empecé a buscar alguna historia oriental relacionada con el bambú que me diera alguna idea.

...Y la encontré.

Cuenta la leyenda que el cultivo de semillas de Bambú Japonés pone a prueba la paciencia y perseverancia de todo aquel que lo intenta.
Estas semillas requieren, una vez sembradas, de abono y riego constante. Sin embargo, el resultado de estos cuidados no son apreciables durante siete años. Una vez pasado este tiempo la planta crece hasta 30 metros en sólo seis semanas. Durante esos siete años, en los que aparentemente no ocurre nada, la planta ha estado elaborando el entramado de raíces que necesitará posteriormente para sostener su crecimiento. Esos siete años son los que ponen a prueba la paciencia y perseverancia del cultivador, porque algunos abandonarán y otros seguirán adelante.

Después de conocer esta historia decidí utilizar uno de los dos kanjis que componen la palabra perseverancia.

abanicos pintados a mano

(Como curiosidad: esta representación de perseverancia está íntimamente ligada a un arte marcial, el ninjutsu. Viene a significar "la habilidad que se adquiere mediante la paciencia y la perseverancia").

sábado, 22 de marzo de 2014

Decoupage sobre varillaje de abanico 2.

Abanicos pintados a mano.

Decoupage sobre varillaje de abanico 2.


El abanico que presento aquí es el segundo experimento que he hecho aplicando la técnica de decoupage sobre el varillaje de un abanico. Esta vez he utilizado una servilleta en lugar de papel de origami. La tela original ha sido reemplazada por otra más conveniente. En este caso, los problemas los tuve con la tela. Se me ocurrió hacer decoupage en la tela del abanico, además de en la madera, y el resultado no me ha terminado de gustar.
He utilizado un barniz adecuado para aplicar esta técnica sobre tela, y aunque me aseguraron que no íba a dejar mancha, se ve claramente un cerco alrededor del motivo de la tela. Después del disgusto que me llevé, mi conclusión es que la tela queda muchisimo mejor, pintada.

Abanico "Geisha".
abanicos pintados a mano



Este abanico contiene en su varillaje varios elementos representativos de Japón: el bambú, la flor del cerezo, los crisantemos, y como figura principal, una geisha.

Para entender el significado de "geisha" hay que recurrir a los dos kanjis que componen dicha palabra.

abanicos pintados a mano
El primero es 芸 (gei), que significa "arte", y el segundo es 者
(sha), que significa "persona". En principio, una traducción podría ser "persona que se dedica al arte", pero esta definición de geisha quedaría demasiado escueta.
Las geisha son mujeres con un gran dominio y conocimiento de las Artes Tradicionales Japonesas: Ceremonia del te (sadou), Caligrafía (shodou), Baile tradicional japonés (nihonbuyou), Instrumentos musicales tradicionales (shamisen y flauta de bambú) y Arreglo floral (ikebana).
Hoy en dia las geisha se han convertido en las depositarias de las Artes Tradicionales Japonesas, y constituyen la esencia de lo que significa "ser japonés".
El trabajo de una geisha se realiza en las casas de té o en los restaurantes de alta cocina, y consiste en entretener a sus clientes durante la celebración de los banquetes, mediante el dominio de las artes y la conversación.
Una geisha, además, tiene que tener la capacidad de percibir el estado de ánimo de sus clientes, de forma que, dependiendo del ambiente del banquete actuará para que todos los invitados pasen un rato agradable.
Las geisha dedican una gran parte de su tiempo a estudiar y perfeccionar sus habilidades artísticas y son excepcionalmente cultas. Cuanto mayor sea una geisha mejor será el ejercicio de su profesión.
Como curiosidad, hoy en dia, muchas jóvenes interesadas en las Artes Tradicionales Japonesas encuentran en esta profesión la forma de poder profundizar en el conocimiento de las mismas.  De otra forma no sería posible, o sería muy dificil, conseguir cierto nivel de maestria en estas artes, ya que los mejores profesores y las mejores escuelas se dedican, casi única y exclusivamente, a formar a las geisha.

miércoles, 12 de marzo de 2014

Decoupage sobre varillaje de abanico 1.

Abanicos pintados a mano.

Decoupage sobre varillaje de abanico 1.


Cuando se me ocurrió aplicar la técnica del decoupage sobre el varillaje de un abanico no pensé, ni por un momento, en todos los problemas que me podía encontrar. Problemas que he ido solventando sobre la marcha, según iban surgiendo.

(Decoupage: Técnica artesanal que consiste en aplicar, mediante pegamento, una servilleta o papel sobre un material determinado: madera, tela, cristal...etc. Posteriormente se procede a su barnizado, quedando el dibujo de la servilleta o papel integrado en el material elegido).

Después de varios experimentos fallidos, (unos más fallidos que otros), mi conclusión es que hay que prestar atención a los siguientes detalles:

1.- No se puede hacer un buen trabajo de decoupage sobre un abanico tal cual, porque la morfología del mismo lo impide. (Este fue el problema nº 1).
Así que opté por quitar el clavillo al abanico, cortándolo con unos alicates.

(El clavillo es la pieza que une las varillas).

2.- Una vez quitado el clavillo, las varillas quedan sujetas por la tela. Cuanta más tela lleve el abanico más estorbará ésta al realizar el decoupage. Para poder hacer un buen pegado las varillas tienen que estar inmovilizadas, y la tela no ayuda en absoluto.
(Este fue el problema nº 2).
Asi que quité la tela para trabajar con comodidad y para eliminar factores de caos (tengo dos gatos en casa que siempre están "encantados" de ayudarme en los momentos de crisis, en los que es necesario que nada se mueva).

3.- El dibujo que va a quedar integrado en las varillas tiene que seguir una continuidad, por lo tanto las varillas tienen que seguir un orden. Al quitar la tela del abanico cada varilla queda independiente del conjunto. (Este fue le problema nº 3).
Hay que proceder a numerar las varillas. Yo lo hago con pegatinas porque es lo que considero más cómodo.

4.- Cuando le quité la tela al abanico pensé que, ya que tenía que volver a colocarla, podría sustituirla por otra que me gustara más. (Este fue el problema nº 4).
El proceso de plegado y pegado de la tela del abanico lo explicaré en una entrada posterior porque, en si mismo, es complicadillo.

5.- Las varillas de un abanico van montadas una sobre otra, de manera que una parte de cada varilla es visible y otra parte no lo es. Cuando se aplica esta técnica es necesario que se haga únicamente sobre la parte visible de cada varilla. Si se hace sobre la varilla completa el abanico no cerrará. (Este fue el problema nº 5).

Cuando me quise dar cuenta me encontré que en la mesa de trabajo tenía lo siguiente:

abanicos pintados a mano


En fin, unas cuantas horas de trabajo después surgió:

Abanico "Preludio".

abanicos pintados a mano


Decoupage sobre varillaje de abanico con papel de origami. La tela no es la original, la cambié tres veces hasta encontrar la más conveniente.

"Preludio" tiene algunos fallos que he resuelto en abanicos posteriores. Le he llamado así porque supone el inicio de algo distinto, de una nueva fase en la que continuaré trabajando.

miércoles, 5 de marzo de 2014

El Abanico como arma.

Abanicos pintados a mano.

El Abanico como arma.

Como practicante de Taichi no puedo evitar escribir una entrada refiriéndome al uso del abanico como arma.

El origen del abanico de combate se sitúa en Oriente, y surje de la necesidad que tenían las personas de defenderse con objetos de uso cotidiano (el abanico formaba parte de la indumentaria habitual tanto de señores como de campesinos).

abanicos pintados a mano
En Japón, durante el período Edo (1603-1868), el てっせん (tessen) o "abanico de hierro" fué utilizado por los samurais para poder defenderse en aquellas situaciones en las que tenían que separarse de sus espadas. El samurai siempre se acompañaba de su espada larga o かたな (katana) y de su espada corta o わきざし (wakizashi). Cuando un samurai era invitado a entrar en una casa, el protocolo exigía que debía dejar sus armas en la entrada, como señal de confianza hacia el dueño de la misma. Cualquier negativa al respecto por parte del invitado era considerada un insulto hacia el anfitrión. De esta forma, el samurai conservaba su abanico de hierro para poder defenderse, en caso necesario.

El tessen estaba formado por cuchillas de hierro afiladas que quedaban ocultas por tela o seda. Era un arma de defensa más que de ataque. Su peso era considerable (entre un kilo y kilo y medio), y ello obligaba a un manejo lento y con golpes secos.

Cuando, posteriormente, el abanico de hierro llegó a China sufrió algunas transformaciones necesarias, ya que no era idóneo para la velocidad y fluidez de los movimientos propios de las artes marciales chinas. El peso fue reducido mediante la sustitución de algunas de las cuchillas metálicas por varillas de bambú. Todas las varillas eran afiladas en su punta y unidas por dos piezas semicirculares de tela o seda. Además algunas podían extraerse del abanico para ser usadas, independientemente, como dardos y era habitual incrustar en el cuerpo del abanico, (sobre la seda o la tela), trozos de metal pulido para deslumbrar al adversario con los rayos de sol.

Teniendo en cuenta que, lo que hace poderosa a un arma no es su apariencia, sino la maestría en su uso, con un abanico se puede hacer lo siguiente:

1. Con el abanico plegado:
   -técnicas defensivas:-bloquear golpes del adversario.
   -técnicas ofensivas:  -golpear con los laterales del abanico, a modo de palo.
                                      -punzar con los extremos del abanico.
2. Con el abanico desplegado:
   -técnicas defensivas:-bloquear los golpes del contrario utilizando el abanico desplegado a modo de escudo, esto es eficaz para esquivar objetos que nos hayan arrojado.
   -técnicas ofensivas:  -utilizando movimientos circulares se pueden hacer desgarros con los extremos de las varillas, y utilizando movimientos rectos se pueden clavar en el cuerpo del contrario.

abanicos pintados a mano


Las formas en las que se utiliza el abanico en Taichi están constituídas por movimientos de una gran elegancia y vistosidad y todas ellas, (al ménos las que yo conozco), contienen todas las técnicas que he descrito en párrafos anteriores.

(Una forma es una secuencia de movimientos que representan distintas técnicas encadenadas. Se ejecutan individualmente.)




No me consta, (y no creo que ocurriera), que en Occidente llegara a utilizarse el abanico como arma. Sin embargo no puedo resistirme a escribir las siguientes palabras de Joseph Addison (1672-1719):

"Una mujer sin abanico es como un hombre sin espada".

Esta frase está extraída de un ensayo satírico escrito en su revista "The Spectator". Tal ensayo ponía de manifiesto la importancia que, durante el siglo XVIII, estaba adquiriendo el uso del abanico entre las mujeres. Este político y escritor inglés pensaba que las mujeres lo manejaban con tal maestría que debía ser considerado como "el arma femenina", de ahí su comparación con la espada.